Arquitectura de software se refiere a la estructura organizativa fundamental de un sistema de software, que define sus componentes, las relaciones entre ellos y las reglas que rigen su diseño y evolución. Este concepto abarca tanto la toma de decisiones técnicas sobre la organización del código y los módulos, como la planificación de la interacción entre diferentes sistemas y servicios. La arquitectura de software es esencial para garantizar que el sistema cumpla con requisitos funcionales y no funcionales, como rendimiento, escalabilidad, mantenibilidad y seguridad.
Existen varios estilos y patrones arquitectónicos que se pueden aplicar en el diseño de software. Algunos de los más comunes incluyen la arquitectura en capas, donde el sistema se divide en diferentes niveles de abstracción, y la arquitectura basada en microservicios, que permite descomponer aplicaciones monolíticas en servicios independientes que se comunican entre sí a través de APIs. Otros patrones incluyen la arquitectura orientada a eventos, que se basa en la comunicación mediante eventos, y la arquitectura basada en contenedores, que permite empaquetar aplicaciones junto con sus dependencias en entornos aislados.
La arquitectura de software no solo afecta el diseño inicial del sistema, sino que también tiene un impacto significativo en su evolución y mantenimiento a lo largo del tiempo. Una buena arquitectura permite que el software se adapte a cambios en los requisitos o en la tecnología sin requerir una reescritura completa del sistema. Además, una arquitectura bien diseñada puede facilitar la colaboración entre equipos de desarrollo, ya que establece convenciones y prácticas comunes. En resumen, la arquitectura de software es un aspecto crítico del desarrollo de software que influye en la calidad, la eficiencia y la capacidad de adaptación de los sistemas a lo largo de su ciclo de vida.